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Rávena - Las primeras construcciones Cristianas


Blog / Rávena - Las primeras construcciones Cristianas


 

Rávena o Ravena? (en italiano Ravenna) es una ciudad al norte de Italia en la Emilia-Romaña y la capital de la provincia homónima. Está situada en la llanura nororiental de la Romaña a pocos kilómetros del Mar Adriático. Tiene una población de 159 390 habitantes (2016).

Rávena es famosa por sus monumentos bizantinos y paleocristianos, que revelan su origen antiguo y su papel histórico en el desarrollo italiano. A 8 km de la ciudad se extienden los lidi ravennati, playas inmensas en el verde de la famosa costa romañola.

En Rávena se encuentra enterrado Dante Alighieri, autor de La divina comedia. A nivel deportivo, la ciudad es considerada como la cuna del voleibol en Italia.

Antigüedad

Los orígenes de Rávena son imprecisos. El primer asentamiento se atribuye de forma diversa a los tirrenos, los tesalios o los umbros. Rávena consistía en casas construidas sobre pilotes en una serie de pequeñas islas en una laguna pantanosa una situación similar a la de Venecia varios siglos después.

Se remontan a mediados del primer milenio antes de Cristo. Los romanos la ignoraron durante su conquista del delta del Po, pero más tarde la aceptaron en la República Romana como una ciudad federada en el año 89 a. C. En el 49 a. C., es el lugar en el que Julio César reunió sus fuerzas antes de cruzar el Rubicón. La ciudad tuvo cierta importancia estratégica por su situación fronteriza, y se construyó en tiempos de Augusto un puerto militar en la cercana Classe. ? Este puerto, protegido primero por sus propias murallas, fue una importante estación de la flota imperial romana. Actualmente la ciudad está tierra adentro, pero Rávena siguió siendo un importante puerto de mar sobre el Adriático hasta principios de la Edad Media.

 

Mosaico ravenés del siglo VI representando a Jesucristo con el pelo largo y barba, vestido como un sacerdote greco-romano y rey.

Durante las guerras germanas, Thusnelda, viuda de Arminio, y Marbod, rey de los marcomanos, estuvieron confinados en Rávena.

Rávena prosperó ampliamente bajo el gobierno romano. El emperador Trajano construyó un acueducto de 70 km de largo a principios del siglo II. En 402 fue la capital del Imperio romano de Occidente, pues el emperador Honorio trasladó aquí la corte imperial. El traslado se hizo, ante todo, con finalidades defensivas: Rávena estaba rodeada de ciénagas y pantanos y tenía fácil acceso a las fuerzas imperiales del Imperio romano de Oriente. Sin embargo, en 409, el rey visigodo Alarico I simplemente evitó Rávena, y marchó a saquear Roma y tomar como rehén a Gala Placidia, hija del emperador Teodosio I. Después de muchas vicisitudes, Gala Placidia regresó a Rávena con su hijo, el emperador Valentiniano III y el apoyo de su sobrino, Teodosio II. Rávena disfrutó de un periodo de paz sin precedentes, durante el cual floreció la religión cristiana, y la ciudad obtuvo sus monumentos más famosos, tanto seculares (demolidos) como cristianos (conservados durante largo tiempo).

En 476, cayó el Imperio Romano de Occidente. El Emperador oriental, Zenón, envió al rey ostrogodo Teodorico el Grande a recuperar la Península Italiana. Después de la batalla de Verona, Odoacro se retiró a Rávena, donde soportó un sitio de tres años por parte de Teodorico, hasta que la toma de Rímini privó a Rávena de suministros. Después de que Teodorico asesinase a Odoacro, Rávena fue la capital del reino ostrogodo de Italia.

Mausoléo Teodorico.

Después de 493, Teodorico empleó arquitectos romanos para estructuras seculares y religiosas, incluyendo el palacio perdido cerca de San Apolinar Nuevo el «Palacio de Teodorico» fue un edificio anexo. Teodorico y sus seguidores eran arrianos, pero mantuvieron pacífica coexistencia con los latinos. Teodorico murió en 526 y fue sucedido por su hija Amalasunta, quien fue asesinada en el año 535.

Sin embargo, el emperador romano de oriente Justiniano I era fanáticamente ortodoxo, y opuesto tanto al gobierno ostrogodo como a la variedad arriana del Cristianismo. En 535 invadió Italia y en 540 conquistó Rávena. Rávena se convirtió en la sede del gobierno romano oriental en Italia (véase también Guerra Gótica). La Restauratio Imperii en Rávena también beneficio al cercano puerto de Classe, que a veces es llamado la Pompeya de la antigüedad tardía. El resto más representativo de aquel periodo es la iglesia de San Apolinar (siglos VI-VII), cuyas reliquias fueron depositadas en la iglesia. Aunque Classe fue fundada durante el periodo romano, creció sobre todo en el Imperio tardío. Como puerto de Rávena, era una de las plataformas de intercambio clave en los siglos VI-VII, y el principal puerto de la costa adriática italiana.

Historia medieval y moderna

Los lombardos, bajo el rey Liutprando, ocuparon Rávena en 712, pero se vieron forzados a devolvérsela a los romanos. No obstante, en 751 el rey lombardo Astolfo tuvo éxito a la hora de conquistar Rávena, acabando de esta manera con el gobierno romano oriental en el norte de Italia.

El rey Pipino de Francia atacó a los lombardos a las órdenes del papa Esteban II. Rávena se convirtió entonces en territorio de los Estados Pontificios en 784. A su vez, el papa Adriano I autorizó al rey Carlomagno a tomar de Rávena cualquier cosa que quisiera. Carlomagno hizo tres expediciones de expolio a Rávena, llevándose una gran cantidad de columnas romanas, mosaicos, estatuas, y otros objetos muebles para enriquecer su capital, Aquisgrán.

Basílica de San Vital

Bajo el gobierno papal, el arzobispo de Rávena gozó de autocefalía respecto a la iglesia romana -un privilegio obtenido bajo el gobierno bizantino. Debido a las donaciones hechas por los emperadores otonianos, el arzobispo de Rávena era el más rico de Italia después del Papado y por lo tanto fue capaz de desafiar con éxito la autoridad temporal del papa de vez en cuando.

En 1198 Rávena dirigió una liga de ciudades de la Romaña contra el emperador, y el papa fue capaz de someterla. Después de la guerra de 1218 la familia Traversari fue capaz de imponer su mando sobre la ciudad, que duró hasta el año 1240. Después de un breve periodo bajo un vicario imperial, Rávena volvió a los estados papales en 1248 y de nuevo a los Traversari hasta que en 1275 los Da Polenta establecieron su largo señorío. Uno de los residentes más ilustres en la Rávena de esta época fue el poeta exiliado Dante.

En el siglo XV pasó a los venecianos. En efecto, el último de los Da Polenta, Ostasio III, fue expulsado por la República de Venecia en 1440, y la ciudad fue anexionada a los territorios venecianos. Rávena fue regida por Venecia hasta 1509, cuando la región fue invadida en el curso de las Guerras Italianas. En 1512, durante las guerras de la Liga Santa, Rávena fue saqueada por los franceses.

 

Mosaico del Cristo Redentor

Después de la rendición veneciana, Rávena fue nuevamente gobernada por legados del Papa como parte de los Estados Pontificios. La ciudad resultó dañada en una enorme inundación que se produjo en mayo de 1636. A lo largo de los tres siglos siguientes, unas redes de canales desviaron los ríos cercanos y secaron los pantanos cercanos, reduciendo así la posibilidad de inundaciones y creando un amplio cinturón de tierra agrícola alrededor de la ciudad.

Además de otra breve ocupación veneciana (1527-1529), Rávena fue parte de los Estados Pontificios hasta 1796, cuando la anexionó el estado títere francés de la República Cisalpina (Reino de Italia desde 1805). Fue devuelta al Papa en 1814. Ocupada por tropas piamontesas en 1859, Rávena y la zona de la Romaña que hay a su alrededor pasaron a formar parte del nuevo reino de Italia, unificado en 1871.

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