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Los diez museos imprescindibles del Vaticano (Parte I)


Blog / Los diez museos imprescindibles del Vaticano (Parte I)


Los Museos Vaticanos son las galerías y el conjunto de estancias de valor artístico propiedad de la Iglesia y accesibles al público en la Ciudad del Vaticano.

Muestran obras de una extensa colección de la Iglesia católica. Su base fundacional fue la colección privada de Julio II, que fue elegido papa en el año 1503 más tarde otros papas han ido aumentando las extensas colecciones de que constan estos museos. Este conjunto museístico se compone de diferentes edificios de museos temáticos, edificios pontificios, galerías, monumentos y jardines.

A continuación, hacemos un listado de las estancias imprescindibles si viajamos y nos planteamos una visita.

 

1. La Galleria Chiaramonti

Este Museo fue creado por voluntad de Pío VII Chiaramonti (1800-1823) para albergar estatuas y bustos romanos fue organizado en 1807 por el escultor neoclásico Antonio Canova. Agrupa cerca de un millar de esculturas, entre las cuales se encuentran retratos de emperadores, imágenes de dioses y numerosos fragmentos, frisos y relieves procedentes de sarcófagos. Hay que destacar el monumento fúnebre a un molinero, obra del siglo I d.C., procedente de Ostia.

 

2. Galería de los Mapas

 

La Galería de los Mapas? (en italiano: Galleria delle carte geografiche) es una galería situada en el lado oeste del patio del Belvedere en la Ciudad del Vaticano que contiene una serie de mapas topográficos pintados sobre Italia con base a dibujos del fraile y geógrafo Ignazio Danti.
La galería fue encargada en 1580 por el Papa Gregorio XIII como parte de otras obras artísticas previstas por el Papa para decorar el Vaticano. Tardó tres años (1580-1583) en completar los 40 paneles de la larga galería de 120 m.

Los paneles de mapas muestran la totalidad de la península italiana en frescos de gran escala, cada uno representando una región, así como una vista en perspectiva de su ciudad más importante. La disposición discurre de norte a sur, desde la septentrional Lombardía o Piamonte, hasta la meridional Apulia o Calabria.
La idea, expresada por el propio Danti, es que el que pasase por este pasillo lo hiciera «como si estuviera paseando por los Apeninos, espina dorsal de la península itálica». De este modo en una pared están representadas las regiones y comarcas de la vertiente del mar Tirreno, con sus colinas, ríos y bosques, y en la otra, las que se asoman al Adriático.

3. Apollo Belvedere

Apolo Belvedere, Apolo de Belvedere o Apolo pitio es una famosa estatua de mármol representando el dios griego Apolo, que forma parte del acervo del Museo Pío-Clementino, una de las unidades de los Museos Vaticanos. Su datación y autoría son disputadas y su procedencia es desconocida, pero generalmente es considerada una copia romana de un original griego que se perdió. Redescubierta en el Renacimiento, fue expuesta en el Cortile del Belvedere del Vaticano a partir de 1511, y de ahí recibió su nombre. Luego se volvió célebre, y durante mucho tiempo fue considerada la representación ideal de la perfección física masculina y una de las más importantes reliquias de la Antigüedad clásica. Fue copiada varias veces, reproducida en grabados de larga circulación y asumió el papel de uno de los principales símbolos de la civilización occidental. A partir de mediados del siglo XIX su prestigio comenzó a declinar, y en la primera mitad del siglo XX llegó a su nivel más bajo, vista como una creación sin expresión. Actualmente ha recuperado parte de su antigua fama, y aunque varios estudiosos todavía sean reticentes con respecto a su mérito artístico, se ha consagrado como la más conocida de las representaciones del dios, y como un icono muy popular.

4. El Laocoonte

En la mitología griega, la romana y en el Ciclo épico,1? Laocoonte era el sacerdote de Apolo Timbreo en Troya, casado con Antiopa y padre de dos hijos. Fue atacado, junto con sus dos hijos, por serpientes gigantes enviadas por los dioses. Aunque no lo menciona Homero, la historia de Laocoonte fue el tema de una tragedia, hoy perdida, de Sófocles y lo mencionaron otros escritores griegos, aunque los acontecimientos en torno al ataque por las serpientes varían considerablemente.

El relato más famoso de los acontecimientos está en la Eneida de Virgilio, donde Laocoonte era sacerdote de Poseidón (o Neptuno para los romanos), quien fue muerto junto con sus hijos después de intentar exponer el engaño del Caballo de Troya golpeándolo con una lanza. Después de que los sitiadores aqueos hubieran simulado una retirada, los troyanos encontraron un caballo construido de madera en las puertas de Ilión.

Laocoonte pronuncia la famosa frase Timeo Danaos et dona ferentes «(Desconfío de los dánaos (griegos) incluso cuando traen regalos»), alertando a los troyanos de que podría ser una trampa, que dentro del caballo podía haber tropas aqueas y sugirió quemarlo, pero los troyanos no le hicieron caso. En su osadía lanzó palos en llamas para tratar de quemar el caballo de madera, en ese momento dos grandes serpientes mandadas por Atenea, Caribea y Porce, emergen de las aguas y devoran a sus hijos. Angustiado, se lanza a luchar contra las serpientes y también resulta devorado.

 

 

5. El Patio de la Piña

El complejo bramantesco fue alterado en sucesivas épocas. Entre 1585 y 1590 el patio del Belvedere se dividió por el brazo transversal de la Biblioteca de Sisto V, construida según un proyecto de Domenico Fontana, que ocupó el lugar de la grandiosa gradería, interrumpiendo la continuidad visual del gran espacio aterrazado.

Siempre en el siglo XVI, fue construida la Torre dei venti sobre el corridore norte.

Posteriormente, entre 1817 y 1822, a raíz de la primera transformación de los Museos Vaticanos emprendidas por Michelangelo Simonetti y Pietro Camporese (1772), se hizo un segundo cuerpo de fábrica transversal con el fin de ampliar aún más el espacio museístico. La obra, conocida como Braccio Nuovo, fue diseñada por Raffaele Stern en un severo estilo neoclásico, caracterizado por una insólita corrección arqueológica.
A partir de ese momento se crearon tres patios distintos: el patio de la Piñaa (Cortile della Pigna, que toma su nombre de una colosal piña romana de bronce), el patio de la Biblioteca (Cortile della Biblioteca) y el patio del Belvedere (Cortile del Belvedere).

En 1990, en el centro del patio della Pigna fue colocado el monumento en bronce Sfera con sfera, de Arnaldo Pomodoro.

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